Concentraciones séricas de vitamina D en individuos mayores de 80 años

Postado el 24/05/2023

Debido a la escasez de datos clínicos y de laboratorio de personas mayores de 80 años, un grupo del Centro INCT Hormona de la Universidade Federal de São Paulo (UNIFESP) realizó una encuesta con el fin de tener un mejor entendimiento sobre la salud musculoesquelética de los ancianos longevos, con envejecimiento considerado exitoso.

De acuerdo con la coordinadora del Centro, Dra. Marise Lazaretti Castro, el estudio Serum 25 hydroxyvitamin D concentrations in individuals over 80 years old and their correlations with musculoskeletal and health parameters tuvo una cohorte transversal y se realizó en una grande cohorte de longevos creada por el sector de geriatría de la EPM-UNIFESP. “Este rango etario se ha vuelto cada vez más relevante, gracias a los avances en la expectativa de vida observados en estas últimas décadas y, por ello, necesitamos conocerlo mejor”.

La experta explica que el proyecto fue la tesis de doctorado de la alumna Mariana Z. Foroni, que resultó en dos publicaciones. “La primera de ellas estuvo relacionada a las medidas del FGF-23, una hormona producida por las células óseas y responsable de la homeostasis del fósforo, además de ser un potente inhibidor de la producción de vitamina D activa (calcitriol) por los riñones”, afirma.

“En esta publicación, definimos estándares para las concentraciones de FGF-23 en este rango etario y observamos concentraciones elevadas de esta substancia, que se asociaron al empeoramiento de los parámetros de desempeño físico y al mayor riesgo de caídas”, comenta. Se puede leer la primera publicación en el enlace: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/35612845/

Según la Dra. Castro, enseguida el grupo evaluó las concentraciones de 25 hidroxivitamina D en esta población, y encontró deficiencia en el 56% de los individuos (< 20 ng/mL), siendo que el 13% tenía concentraciones consideradas como deficiencia grave (< 10 ng/mL). “Estas concentraciones se correlacionan directamente con la densidad mineral ósea e inversamente con las concentraciones de PTH, sugiriendo un posible factor que se puede modificar con la corrección de esta deficiencia, y que podrá contribuir para mejores desenlaces futuros”, explica.

Para la coordinadora, los próximos pasos serán acompañar la evolución clínica de esta cohorte y buscar marcadores de supervivencia y mejores desenlaces, en nuestro caso relacionados a la salud musculoesquelética.

Se puede leer el artículo en su totalidad en el enlace: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36305996/